Trastorno por estrés postraumático

Trastorno por estrés postraumático

  • 15 oct, 2012

El trastorno por estrés postraumático o TEPT es un trastorno psicológico clasificado dentro del grupo de los trastornos de ansiedad. Se caracteriza por la aparición de síntomas específicos tras la exposición a un acontecimiento estresante, extremadamente traumático, que involucra un daño físico o es de naturaleza extraordinariamente amenazadora o catastrófica para el individuo.
Es una severa reacción emocional a un trauma psicológico extremo. El factor estresante puede involucrar la muerte de alguien, alguna amenaza a la vida del paciente o de alguien más, un grave daño físico o algún otro tipo de amenaza a la integridad física o psicológica, a un grado tal que las defensas mentales de la persona no pueden asimilarlo. En algunos casos, puede darse también debido a un profundo trauma psicológico o emocional y no necesariamente algún daño físico, aunque generalmente involucra ambos factores combinados. Si una madre o un padre es afectado, el TEPT puede causar consecuencias negativas para la relación padres-hijo y el desarrollo del niño.
El trastorno de estrés postraumático puede ocurrir a cualquier edad y aparecer luego de un desastre natural como una inundación o un incendio, o eventos como:
• Un asalto
• Violencia doméstica
• Un encarcelamiento
• Violación
• Terrorismo
• Guerra


Por ejemplo, los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 pueden haber causado trastorno de estrés postraumático en algunas personas afectadas, en personas que presenciaron el desastre y en aquéllas que perdieron amigos y parientes.
Los veteranos que retornan a casa de una guerra a menudo sufren trastorno de estrés postraumático.
La causa del trastorno de estrés postraumático se desconoce, pero hay factores psicológicos, genéticos, físicos y sociales que intervienen. El trastorno de estrés postraumático cambia la respuesta del cuerpo al estrés. Éste afecta las hormonas del estrés y los químicos que transmiten información (neurotransmisores) entre las neuronas (células del cerebro, medula espinal y nervios periféricos).
No se sabe por qué los hechos traumáticos causan trastorno de estrés postraumático en algunas personas, pero no en otras. Tener antecedentes de un trauma puede incrementar el riesgo de padecer este trastorno después de un acontecimiento traumático reciente.


Síntomas y diagnóstico.
• La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que se ha presentado lo siguiente:
o la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado uno o más acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
o la persona ha respondido con temor, desesperanza u horror intensos. En los niños estas respuestas pueden expresarse mediante comportamientos desestructurados o agitados
• El acontecimiento traumático es re-experimentado persistentemente a través de una o más de las siguientes formas:
o recuerdos del acontecimiento recurrentes e intrusos que provocan malestar y en los que se incluyen imágenes, pensamientos o percepciones. En los niños pequeños esto puede expresarse en juegos repetitivos donde aparecen temas o aspectos característicos del trauma
o sueños de carácter recurrente sobre el acontecimiento. En los niños puede haber sueños terroríficos de contenido irreconocible
o el individuo actúa o tiene la sensación de que el acontecimiento traumático está ocurriendo. Se incluyen la sensación de revivir la experiencia, ilusiones, alucinaciones y recuerdos repentinos del evento traumático (flashbacks). Los niños pequeños pueden re-escenificar (revivir, volver a actuar como si estuviera sucediendo) el acontecimiento traumático específico
o malestar psicológico intenso al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
o respuestas físicas (reacciones en el cuerpo) al exponerse a estímulos internos o externos que simbolizan o recuerdan un aspecto del acontecimiento traumático
• Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo, tal y como indican tres o más de los siguientes síntomas:
o esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
o mecanismo de disociación psíquica que es una alteración temporal de las funciones de integración de la conciencia que separa el acontecimiento traumático ocurrido de los sentimientos generados por este para sentir como si eso le hubiera pasado a otro
o mecanismo de evitación que puede producir la amnesia total o parcial del acontecimiento traumático
o embotamiento psíquico de la capacidad de respuesta del individuo por el temor, la desesperanza o el horror
o esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
o incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
o reducción significativa del interés, la participación en actividades y la disminución de la reactividad al mundo exterior, denominada «anestesia emocional»
o sensación de desapego o enajenación frente a los demás
o restricción de la vida afectiva y disminución de la capacidad para sentir emociones, especialmente las que hacen referencia a la intimidad, ternura y sexualidad en aquellos que han sido víctimas de un trauma sexual
o sensación de un futuro desolador, pesimismo
• Síntomas persistentes de aumento de la activación, tal y como indican dos o más de los siguientes síntomas:
o Insomnio de conciliación o de mantenimiento
o Irritabilidad o ataques de ira
o Dificultades para concentrarse
o Hipervigilancia
o Sobresaltos
o Síntomas de ansiedad o aumento de la activación que no existían antes del trauma
• El tiempo mínimo de evolución de los síntomas es de un mes. Las alteraciones provocan malestar clínico significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. El trastorno es agudo si los síntomas persisten menos de tres meses. Su prolongación hará que se considere crónico. En los casos en los cuales los síntomas se inician después de seis meses de padecido el evento traumático, se considerará de inicio demorado.

Tratamiento
Los objetivos del tratamiento del TEPT, van dirigidos a:
• Disminuir los síntomas.
• Prevenir complicaciones crónicas.
• Rehabilitación social y ocupacional.
El tratamiento incluye diversas modalidades psicoterapéuticas individuales, entre las cuales podemos destacar la cognitivo-conductual; también son de gran utilidad las terapias de grupo y de familia, y los grupos de autoayuda.
El manejo y uso de medicamentos dependerá de los síntomas predominantes. Entre los medicamentos utilizados se cuentan los antidepresivos, ansiolíticos y estabilizadores del ánimo, entre otros. En algunos casos pueden utilizarse los anti-psicóticos atípicos.

Prevención
Existe la evidencia de que las personas traumatizadas que reciben apoyo psicológico y consejo especializado inmediatamente después de sufrir el episodio desencadenantes son menos propensas a padecer el síndrome de estrés postraumático, comparadas con las que no reciben ningún tipo de ayuda. Por eso se recomienda que tras un trauma se recurra a algún profesional especializado.

Shape

Deja tu Comentario

Publicaciones más recientes

INICIA UNIDAD DE TRANSPARENCIA DE PCE PROGRAMA DE CAPACITACIONES

- La institución promueve y fomenta una cultura de transparencia en el ejercicio de la función...

RECAUDA LA DELEGACIÓN JUÁREZ DE PCE 23 UNIDADES DE SANGRE EN JORNADA DE DONACIÓN

- Personal de la institución, derechohabientes y público en general donaron de manera voluntaria