La adolescencia es una etapa de la vida en la que se presentan cambios rápidos en promoción de la salud. Durante la adolescencia se forjan los sueños e ideales más ambiciosos y se tiene la energía necesaria para realizarlos.

Promoción de la salud

Actividad física

El ejercicio está considerado como una parte integral de tu vida, pues te brinda importantes beneficios: mejora el trabajo del corazón, la presión arterial y disminuye el riesgo de tener infartos; reduce los niveles de azúcar y grasa en la sangre y te ayuda a bajar de peso; disminuye la tensión nerviosa, favorece el aprendizaje, aumenta la autoestima y la sensación de bienestar.

¡Mejora tu calidad de vida!

Para iniciar la actividad física que elijas: fútbol, natación, básquetbol, carrera, salto de cuerda, ciclismo, entre otras, debes comenzar por el principio. Recuerda que todo programa de activación física debe iniciar por una etapa de introducción que te ayudará a que tu cuerpo se vaya adaptando poco a poco y así, puedas aumentar gradualmente el tiempo y la intensidad con la que la realices.

Las etapas para iniciar la actividad física son: el calentamiento durante cinco a diez minutos, seguido del ejercicio aeróbico de 10 a 30 minutos y finalmente un período de enfriamiento con ejercicios de relajación de cinco a diez minutos; con esto se asegura que músculos, articulaciones y sistema cardiovascular se adapten a los cambios.

No se debe hacer ejercicio hasta tener dolor, ya que se puede provocar o empeorar una lesión anterior.

Prevención de accidentes

Son hechos que se presentan en forma repentina e impredecible que ocasionan daños a las personas. Son generados por descuido personal o error humano y ocurren en la escuela, hogar, vía pública, trabajo, en lugares recreativos y otros.

Muchos accidentes se pueden prevenir o evitar; para ello toma las siguientes precauciones: físico, mental y emocional, que influyen de manera importante en la relación de los adolescentes con su familia, sus amigos, su pareja, sus compañeros de escuela o de trabajo.

Es frecuente que este proceso de cambio genere sensación de inseguridad, rebeldía e inconformidad, que se manifiesta en un choque constante de los adolescentes con sus padres, profesores, jefes y en general, con cualquier persona que represente una figura de autoridad.

Prevención de violencia

Cuando eres agredido en forma física, verbal o emocional o utilizan la fuerza para someterte con la intención de causarte algún daño, se está realizando un acto de violencia en contra tuya.

Si te encuentras ante un suceso o circunstancia imprevista no te alteres, piensa y recapacita antes de actuar, sé prudente, amable y respetuoso con las demás personas, evita el manejo de armas de fuego y punzo cortantes, procura no caminar por lugares oscuros o poco transitados, no lleves objetos de valor en forma ostentosa, no salgas de noche a lugares inseguros o peligrosos, de ser necesario hazlo acompañado y busca seguridad en el transporte.

La violencia se da también dentro de la familia y también puede ser verbal, física, sexual, emocional o económica. La víctima frecuentemente es la mujer y el hombre en menor grado, sin embargo, sin importar el papel que se adopte, la violencia familiar es un grave y doloroso problema social.

La violencia no es natural, se aprende y se refuerza día con día, con los ejemplos que se observan en la familia, las amistades, los vecinos y los medios masivos de comunicación.

Para prevenir la violencia familiar, se recomienda:

? Tener una comunicación afectiva y respetuosa entre los integrantes de la familia.
? Solucionar los problemas familiares con tolerancia, pacífica y razonablemente.
? Valorar y respetar a todos y cada uno como ser humano.
? Seleccionar los programas de televisión y actividades recreativas que además de divertirte, fortalezcan tu autoestima y valores.
? Evita mensajes de violencia.
? Liberar tu tensión, estrés e impulsos agresivos mediante el ejercicio físico, la música u otras actividades de esparcimiento como lectura, danza y compártelas con tu familia y amigos.
? Platica con tus padres o familiares cercanos cuando seas víctima de violencia familiar.

La violencia familiar es un problema complejo para el que no existen soluciones fáciles, sin embargo, el primer paso siempre será identificar que el problema existe y tener el valor de pedir ayuda para resolverlo.

Las causas de violencia a los que están expuestos los adolescentes son múltiples, entre las más frecuentes están: desintegración familiar, malas compañías, influencias de los medios de comunicación, alcoholismo o algún otro tipo de dicción, problemas económicos, incapacidad o muerte de algún familiar o simplemente, tener la costumbre del maltrato a las personas.

En caso de que vivas el problema de violencia familiar, reconócelo por difícil o doloroso que sea.

Si tomas la decisión de afrontarlo, acércate al personal de salud de tu clínica para que te orienten, te refieran a donde puedan darte asesoría y apoyo legal y te inviten a participar en los grupos de ayuda en los que jóvenes como tú tienen el mismo problema y compartirán sus experiencias para aprender a afrontar y superar la violencia familiar.

Prevención de adicciones

En México, las adicciones son un problema muy serio a nivel individual, familiar y social. Las tendencias de los últimos años nos indican que la conducta adictiva va en aumento con todo lo que conlleva: problemas de salud, accidentes, violencia y desintegración familiar.

La adicción se considera una enfermedad y se manifiesta por una conducta compulsiva por consumir drogas o substancias adictivas. Las causas que la provocan son de origen social, económico, psicológico y biológico.

Existen muchos tipos de substancias que actúan a nivel del sistema nervioso central que alteran la conducta y percepción de la realidad. Estas substancias o drogas son: el alcohol, tabaco, cocaína, marihuana, anfetaminas, solventes, etcétera.

Es durante la adolescencia cuando el hombre o la mujer se inician en el consumo de drogas, generalmente por curiosidad. Existe un alto riesgo de que la gran mayoría queden atrapados en la adicción, sobre todo cuando se viven situaciones de falta de afecto y desintegración familiar.

Además de dañar la salud y de llevar incluso a la muerte, las adicciones perjudican también las relaciones afectivas, familiares y laborales.

La adicción es el uso continuo de ciertas sustancias capaces de producir alteraciones de la conciencia y daños en tu organismo, como la muerte de millones de células cerebrales, del hígado y de otros órganos vitales.

Es importante recordarte que estos órganos afectados jamás se recuperan.

Cuando se suspende su uso aparece el síndrome de abstinencia el cual se manifiesta por trastornos o síntomas físicos, debido a que el organismo ya se acostumbró a estas sustancias y desarrolló una dependencia nociva para tu salud y tu bienestar integral.

Por otra parte, es todavía más frecuente que entre los adolescentes se establezca una sólida comunicación, armonía e identificación de intereses comunes, que les hacen formar grupos muy solidarios de compañeros y amigos. Las situaciones que nos protegen contra las adicciones son:

? A nivel personal tener alta autoestima, es decir, respeto, confianza y amor a uno mismo.
? Tener un proyecto de vida, con planes a corto y largo plazo de lo que se quiere ser y hacer.
? Mejorar la integración familiar, la comunicación, la convivencia y las manifestaciones de afecto y pertenencia.
? Aprovechar el tiempo libre en actividades deportivas, artísticas, culturales y de esparcimiento con familiares y amigos.

Si tú o alguien que tú conoces tiene este problema, acudan a su Unidad Médica para que los orienten.

Salud bucal

La salud bucal es importante, de ella depende el buen funcionamiento del aparato digestivo y la nutrición del organismo. Es indispensable que cuides tu boca y la integridad de tus piezas dentales y encías.

Entre los más frecuentes riesgos y efectos provocados por las enfermedades bucales están: la caries, inflamación de las encías, pérdida de piezas dentarias, trastornos digestivos y mal aliento.

La inflamación de las encías es causada por residuos de alimentos que no son removidos oportunamente con el cepillado dental; conforme pasan los días, estos residuos se van endureciendo para dar lugar al sarro, el cual puede causar más daño a la encía, afectar el hueso que sostiene a los dientes y ser motivo de pérdida de ellos.

Para mantener la salud de tu boca, acude cada año al dentista para que revise, limpie y proteja con flúor tu dentadura. A aquellas adolescentes embarazadas, debido a los cambios hormonales, se les recomienda intensificar el cuidado de su salud bucal.

Si ya has perdido algún diente o muela, es importante que los reemplaces por una prótesis dental, para que mastiques y hables bien, además de mejorar tu apariencia.

La salud de tu boca requiere:

? Cepillar los dientes y las encías después de cada comida tres veces al día; los superiores de arriba hacia abajo y los inferiores de abajo hacia arriba y la superficie de las muelas en forma circular.
? No olvides cepillar tu lengua, desde la parte media hacia la punta, repite esto enjuagando cada vez.
? Incrementa en tus comidas el consumo de verduras y frutas que contengan fibra como: zanahorias, jícamas, manzanas. El médico o el personal de salud te recomendará cuáles.
? En caso de padecer alguna limitación en tus movimientos, deberás ser apoyado por un familiar o asistente para el cuidado y aseo bucal.

Acude a tu Unidad Médica para que atiendan tu salud bucal.